El osteosarcoma (OSA) es el cáncer óseo primario más común en perros y afecta desproporcionadamente a las razas grandes y gigantes. Debido a su naturaleza agresiva y a su rápida metástasis, este cáncer representa un desafío importante para los dueños de mascotas. Sin embargo, comprender los factores de riesgo y adoptar estrategias preventivas puede marcar la diferencia. Este artículo explora por qué los perros grandes son más vulnerables al osteosarcoma y qué medidas proactivas pueden tomar los dueños para minimizar el riesgo.

¿Por qué las razas grandes y gigantes son más susceptibles al osteosarcoma?

  1. Crecimiento rápido y desarrollo óseo
    Los perros de razas grandes y gigantes crecen rápidamente durante sus primeros meses, lo que genera tensión en sus huesos. Este crecimiento rápido puede provocar microdaños en las estructuras óseas, lo que crea una predisposición a mutaciones cancerosas.
  2. Factores genéticos
    Ciertas razas tienen una predisposición genética al osteosarcoma. Las razas más comúnmente afectadas son:
    • perro danés
    • perro de San Bernardo
    • Perro lobo irlandés
    • rottweiler
    • Galgo
    • Labrador retriever
    • perro perdiguero de oro
  3. Longitud de las extremidades y estrés óseo
    Los perros más altos y con extremidades largas son más propensos a sufrir estrés óseo. El osteosarcoma se presenta con frecuencia en los huesos que soportan peso, como el radio, el cúbito, el húmero y el fémur.
  4. Influencia hormonal y esterilización/castración
    Los estudios sugieren que la esterilización o castración temprana, en particular antes de la madurez ósea, puede aumentar el riesgo de osteosarcoma. Se cree que esto está relacionado con la eliminación de hormonas sexuales, que desempeñan un papel en la regulación del crecimiento óseo.
  5. Inflamación crónica y traumatismo óseo
    Los traumatismos repetidos, las fracturas previas o las cirugías ortopédicas pueden aumentar la susceptibilidad al cáncer en los perros, especialmente en razas ya predispuestas al osteosarcoma.

Cómo reducir el riesgo de osteosarcoma en perros grandes

  1. Crecimiento controlado durante la etapa de cachorro
    • Evite las dietas altas en calorías y de crecimiento rápido que ejercen una presión excesiva sobre los huesos en desarrollo.
    • Alimente a los cachorros de razas grandes con alimentos especialmente formulados que promueven un crecimiento constante y controlado.
  2. Dieta equilibrada con antioxidantes
    • Incorporar alimentos ricos en Ácidos grasos omega-3, cúrcuma y antioxidantes para combatir la inflamación y el estrés oxidativo.
    • Una dieta con niveles controlados de calcio y fósforo favorece la salud de los huesos sin que se produzca un crecimiento excesivo.
  3. Esterilización y castración responsable
    • Considere retrasar la esterilización hasta que el perro haya alcanzado la madurez esquelética (normalmente alrededor de los 18 a 24 meses para razas grandes).
    • Hable sobre opciones alternativas de esterilización con un veterinario para equilibrar el riesgo de cáncer con la salud reproductiva.
  4. Ejercicio regular sin esfuerzo excesivo
    • Las actividades de bajo impacto como la natación y las caminatas controladas ayudan a mantener la salud de los huesos y las articulaciones.
    • Evite los saltos excesivos y las actividades repetitivas de alto impacto, especialmente en perros jóvenes.
  5. Detección temprana y chequeos de rutina
    • Los exámenes veterinarios regulares ayudan a detectar cambios óseos sutiles de forma temprana.
    • Los propietarios deben estar atentos a señales como: cojera, hinchazón en las extremidades, dolor persistente o dificultad repentina de movimiento.
  6. Suplementos para fortalecer los huesos
    • Glucosamina y condroitina: Apoya la integridad de las articulaciones y los huesos.
    • Vitamina D y K2: Ayuda a la absorción de calcio y la densidad ósea.
    • Curcumina y hongos medicinales: Exhibe propiedades antiinflamatorias y potencialmente anticancerígenas.
  7. Evitar toxinas ambientales
    • Reducir la exposición a carcinógenos conocidos, incluidos pesticidas, humo de tabaco y alimentos procesados para mascotas con aditivos artificiales.

Pensamientos finales

Si bien los perros de razas grandes y gigantes tienen un mayor riesgo de sufrir osteosarcoma, la atención preventiva puede desempeñar un papel importante en la reducción de esta amenaza. Una dieta bien equilibrada, ejercicio controlado, crianza responsable y control regular de la salud pueden ayudar a los dueños de mascotas a gestionar los riesgos de manera eficaz. Ser proactivo no solo mejora la longevidad de un perro, sino que también mejora su calidad de vida en general. Si nota algún signo de cojera o hinchazón, consulte a un veterinario, ya que el diagnóstico temprano es crucial para mejorar los resultados.

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