La dermatitis alérgica (atópica) es la afección cutánea más típica que se observa en muchos centros veterinarios. Este síndrome provoca picor tras la exposición a alérgenos ambientales (a menudo transportados por el aire) (proteínas extrañas que inducen alergias). Las verdaderas alergias alimentarias en los perros son bastante infrecuentes. Las mascotas pueden tener intolerancias alimentarias, que son reacciones alérgicas a los no nutrientes de la dieta (como los aditivos); sin embargo, puede ser difícil determinar la frecuencia de estas reacciones. Aunque se aconseja dar a su mascota la alimentación más sana, natural y holística que pueda, la terapia dietética no es una piedra angular en el tratamiento del prurito en los perros.

Con un pequeño ajuste, las dietas diseñadas para animales con dificultades digestivas pueden ser útiles para animales con afecciones cutáneas. Estas comidas personalizadas se utilizan para diagnosticar y tratar las alergias alimentarias, además de para controlar cualquier mejora en las mascotas que padecen afecciones cutáneas como la dermatitis atópica. Recuerde que alimentar a sus perros con prurito con la dieta utilizada para probar y tratar las alergias alimentarias puede producir una mejora aunque no tengan una alergia alimentaria real.

Un ensayo alimentario es un enfoque específico y científico de las pruebas de alergia alimentaria. Puede realizarse utilizando una dieta casera o una dieta comercial diseñada específicamente para pruebas alimentarias. Durante el ensayo deben eliminarse todas las demás fuentes de alimento, como golosinas, aperitivos, restos de comida y medicamentos aromatizados. Su mascota debe comer exclusivamente la dieta de prueba durante al menos 8 semanas, aunque actualmente se recomiendan 12 semanas, porque es posible que la mejora inicial no se observe hasta la octava semana. Después de 8 semanas, suele ser seguro volver a introducir lentamente otros alimentos en la dieta de forma controlada. Si no está seguro de cómo hacerlo, consulte a su veterinario o a un nutricionista veterinario. Si su mascota padece una alergia alimentaria, una vez eliminados los ingredientes alergénicos, los síntomas deberían desaparecer. Si su mascota no mejora, es probable que las alergias alimentarias no sean la causa de los problemas cutáneos. En algunos casos, la prueba con alimentos puede no tener éxito y seguir existiendo una alergia alimentaria. En este caso, los síntomas cutáneos pueden no responder a la dieta de prueba porque su mascota puede tener alergia a uno o más de los ingredientes de la dieta de prueba.

Cuando se realizan pruebas para detectar alergias alimentarias, debe utilizarse una dieta hipoalergénica. Las variedades más comunes de dietas hipoalergénicas son las dietas de proteínas hidrolizadas, en las que la proteína se ha descompuesto en unidades más pequeñas que tienen menos probabilidades de provocar una reacción alérgica. Otras dietas pueden utilizar proteínas nuevas, como las de venado o conejo, que no se suelen emplear en los alimentos para mascotas. Una vez descartadas las alergias alimentarias, puede utilizarse una dieta con proteínas nuevas o hidrolizadas para tratar a las mascotas con alergias alimentarias y dermatitis atópica. Una dieta puede utilizarse durante varios meses o años, o durante toda la vida de la mascota, dependiendo de la gravedad de las alergias alimentarias. Una dieta puede utilizarse como terapia única o como componente de un plan más completo para controlar las alergias y las enfermedades cutáneas. Si una dieta se utiliza en combinación con otras terapias, puede ser necesario administrarla durante un periodo de tiempo más largo para observar una mejoría clínica.

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